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Acerca de la historia: El León y el Buey (colección de Kalila y Dimna) es un Fable de iran ambientado en el Ancient. Este relato Dramatic explora temas de Wisdom y es adecuado para All Ages. Ofrece Moral perspectivas. La astucia de un chacal engañoso conduce a un poderoso león a una trágica caída.
Érase una vez, en una vasta jungla rebosante de vida, un poderoso león llamado Shere que deambulaba como el rey indiscutido. Su dorada melena brillaba bajo el sol, y su poderoso rugido resonaba a través del espeso follaje, infundiendo miedo y respeto entre todas las criaturas. Shere gobernaba con una combinación de fuerza y sabiduría, asegurando el equilibrio y el orden en su reino.
Un día fatídico, mientras Shere patrullaba el bosque, se encontró con un chacal llamado Kalila. Kalila era una criatura astuta y oportunista, siempre buscando maneras de elevar su propio estatus. Había notado la creciente arrogancia del león y buscaba explotarla para su beneficio.
"Saludos, oh poderoso rey," dijo Kalila, inclinándose ante Shere. "Traigo noticias que podrían beneficiar grandemente a su majestad."
Shere, intrigado por las palabras del chacal, se detuvo y preguntó: "Habla, Kalila. ¿Qué noticias traes?"
Kalila, con un destello de engaño en sus ojos, comenzó su relato. "En el corazón de la jungla, reside un buey llamado Dimna. No es un buey cualquiera, sino una bestia de inmensa fuerza y astucia. Habla mal de ti, afirmando que podría arrebatarte fácilmente tu lugar como el gobernante de esta jungla."
Los ojos de Shere se entrecerraron con ira. "¿Un buey se atreve a desafiarme? Esto no puede ser tolerado. ¿Dónde puedo encontrar a esta criatura insolente?"
Kalila fingió preocupación y respondió: "Sígueme, mi señor. Te llevaré hasta Dimna. Pero ten cuidado, pues es astuto y podría intentar engañarte."
Con eso, Shere y Kalila se adentraron en el denso bosque, moviéndose rápida y silenciosamente. Tras un tiempo, llegaron a una parte apartada de la jungla donde Dimna pastaba pacíficamente. Inconsciente del peligro inminente, Dimna levantó la cabeza y vio al león y al chacal que se acercaban.
Kalila dio un paso al frente y se dirigió a Dimna, su voz goteando malicia. "Dimna, ha llegado el momento de enfrentar tu destino. Nuestro rey, Shere, ha venido a enseñarte una lección por tu insolencia."
Dimna, aturdido y asustado, intentó protestar. "No he hecho nada malo. No busco conflicto con el león."
Pero Shere, su mente nublada por la rabia, rugió ferozmente y se lanzó contra Dimna. La tierra temblaba bajo sus poderosos pasos. Dimna, aunque fuerte, no era rival para la furia del león. En un ataque rápido y brutal, Shere dominó al buey y lo mató.
Mientras Shere se erguía sobre el cuerpo sin vida de Dimna, Kalila sonrió para sí mismo. El astuto chacal había logrado manipular al león para que eliminara a un rival potencial. Ahora, con Dimna fuera de escena, Kalila vio una oportunidad para aumentar su propia influencia.
Los días se convirtieron en semanas, y las acciones de Shere comenzaron a acarrear consecuencias imprevistas. Los otros animales, al ver la creciente tiranía del león, empezaron a perder respeto por su rey. El equilibrio de la jungla se vio perturbado y la inquietud se propagó entre las criaturas.
Kalila, percibiendo la soledad del león, se acercó a Shere una vez más. "Oh gran rey," dijo, "parece que la jungla está en tumulto. Los otros animales no están contentos con tu mandato."
Shere, sintiendo el peso de sus acciones, lucía preocupado. "¿Qué debo hacer, Kalila? ¿Cómo puedo restaurar el orden?"
Kalila, siempre oportunista, ofreció su consejo. "Debes mostrar a las criaturas de la jungla que todavía eres un gobernante sabio y justo. Organiza un gran banquete e invita a todos los animales. Deja que vean que te importan su bienestar."
Shere, desesperado por recuperar el respeto de sus súbditos, aceptó la sugerencia del chacal. Comenzaron los preparativos para el banquete, y la noticia se esparció por toda la jungla. En el día del banquete, animales de todo tipo se reunieron para presenciar el evento.
A medida que comenzaba el banquete, Shere se dirigió a la asamblea. "Mis amigos," empezó, "los he llamado aquí hoy para mostrar mi gratitud y recordarles que estoy aquí para proteger y servirles."
Los animales escucharon, pero la sombra de la muerte de Dimna se cernía sobre la reunión. Se oyeron murmullos de disidencia entre la multitud. Sintiendo la tensión, Kalila dio un paso adelante una vez más.
"Oh nobles criaturas," proclamó, "no recuramos al pasado. Nuestro rey ha reconocido sus errores y busca enmendarse. Unámonos en unidad y reconstruyamos la armonía de nuestra jungla."
El banquete continuó, pero las semillas de la duda ya habían sido sembradas. Los animales comieron y bebieron, pero su confianza en Shere había sido irremediablemente dañada. El león, que una vez fue un símbolo de fuerza y sabiduría, ahora era visto como un tirano manipulado por un astuto chacal.
A medida que el sol se ponía y los animales comenzaban a dispersarse, Shere se retiró a su cueva, preocupado y cansado. Se dio cuenta demasiado tarde de que había sido engañado por Kalila y que sus acciones habían llevado a su propia caída.
Kalila, por su parte, se regocijaba en su éxito. No solo había eliminado a un rival potencial, sino que también había debilitado la posición del león. La jungla, que una vez fue un lugar de equilibrio y orden, se convirtió en un reino de incertidumbre y miedo.
Y así, la historia de Shere, el león, y Dimna, el buey, sirve como una advertencia sobre cómo la arrogancia y la manipulación pueden llevar a la perdición de uno. El una vez poderoso león aprendió de la manera difícil que la verdadera fuerza no reside en la fuerza bruta, sino en la sabiduría, la justicia y el respeto de aquellos a quienes se gobierna.
La jungla continuó prosperando, pero la memoria de las acciones de Shere perduró, recordando a todas las criaturas que la confianza y la integridad son los cimientos del liderazgo. Y Kalila, siempre oportunista, observaba desde las sombras, listo para aprovechar la próxima oportunidad que se le presentara.