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Acerca de la historia: La Sombra en la Esquina es un Realistic Fiction de united-kingdom ambientado en el 19th Century. Este relato Dramatic explora temas de Good vs. Evil y es adecuado para Adults. Ofrece Moral perspectivas. Un encuentro inquietante con una presencia maligna acechando en una habitación olvidada.
En la penumbra de cuentos olvidados, esta historia de inquietud y lo sobrenatural, titulada *"La Sombra en la Esquina"*, presenta una narrativa escalofriante de una habitación embrujada y la presencia siniestra que la habita. Escrita por Mary Elizabeth Braddon, el relato captura un temor creciente que invade lentamente la vida cotidiana de sus personajes. Ambientada en el contexto de una vieja y espeluznante casa, la historia se desarrolla cuando la señora Skegg, una ama de llaves autoritaria, contrata a una nueva criada, Lucy, quien se convierte en el centro de los perturbadores eventos.
La historia comienza con la señora Skegg, la ama de llaves de mano dura de una antigua mansión decadente conocida como la Casa Roja. La mansión, que alguna vez fue grandiosa y resplandeciente, ahora se encuentra en ruinas, con sus largos y oscuros corredores y rincones sombríos que albergan secretos indescriptibles. Entre las muchas habitaciones de este hogar deteriorado, una destaca por separado, envuelta en misterio y presagio. Esta habitación, escondida en una esquina olvidada, es evitada por todos los habitantes de la casa. Nadie se atreve a hablar de ella en voz alta, pero el miedo es palpable. La señora Skegg, una mujer de fuerte constitución y actitud directa, controla los asuntos de la casa con mano de hierro. Su manera es brusca y dirige el hogar con severidad. Bajo su supervisión, llega una nueva sirvienta, Lucy, una joven ingenua, apenas consciente de la ominosa reputación que la casa tiene. Está ansiosa por comenzar sus tareas, sin saber que el destino la está guiando lentamente hacia la sombra en la esquina. La señora Skegg le encarga a Lucy la tarea de limpiar la habitación misteriosa, a pesar de las protestas de las otras sirvientas que susurran rumores sobre extraños sucesos dentro de sus paredes. Lucy, con su inocente valentía, acepta, y la puerta de la habitación se le abre. Al entrar, un escalofrío recorre su espalda. Hay una quietud inquietante en el aire, una atmósfera opresiva que la hace sentir incómoda. A pesar de su malestar, Lucy comienza su trabajo. La habitación está amueblada de manera escasa, con un gran espejo polvoriento frente a la esquina y algunos muebles viejos y desgastados esparcidos por el lugar. En la esquina más lejana de la habitación, se esconde una sombra, una sombra que parece fuera de lugar, más que solo un truco de la luz. Pasaron los días y Lucy se siente cada vez más inquieta por la habitación. No puede sacudirse la sensación de que algo la observa desde la esquina. Una tarde, mientras ordena, siente una corriente de aire frío y gira rápidamente la cabeza. Su corazón late con fuerza al darse cuenta de que la sombra en la esquina no es simplemente la ausencia de luz, tiene una forma, vaga y cambiante, pero innegablemente similar a la de un ser humano. Retrocede tropezando, con el aliento atrapado en su garganta, pero tan rápido como la sombra se formó, se disipa en la penumbra. Lucy queda temblando, insegura de lo que acaba de presenciar. Esa noche, le cuenta a la señora Skegg sobre su experiencia, pero la ama de llaves descarta sus afirmaciones como tonterías infantiles. "Estás imaginando cosas, niña," le recrimina la señora Skegg. "La habitación ha estado vacía durante años. No hay nada allí excepto muebles viejos y polvo." Pero Lucy no puede sacudirse la sensación de temor que ahora acompaña cada visita a la habitación. Cree que la sombra es real y que algo siniestro se oculta dentro de ella. Con el paso de los días, Lucy se obsesiona cada vez más con la sombra. Cada vez que entra en la habitación, siente su presencia más fuerte y maligna. Parece crecer, oscureciendo la habitación incluso a plena luz del día. Lucy se encuentra evitando la habitación siempre que es posible, pero la señora Skegg insiste en que continúe con la tarea. Las otras sirvientas, al escuchar las historias de Lucy, también se vuelven cautelosas con la habitación, hablando en tonos bajos sobre los extraños sucesos. Recuerdan antiguas leyendas de la Casa Roja, historias de locura, muerte y un misterioso ocupante que desapareció en circunstancias sospechosas hace muchos años. Los sueños de Lucy están atormentados por la sombra. Ya no se limita a la esquina, sino que invade su mente, infiltrándose en su sueño y llenándola de terror. Se despierta en medio de la noche con la sensación de dedos fríos rozando su piel, aunque no hay nadie allí. La casa misma parece cerrarse sobre ella, sus corredores se oscurecen, las sombras se alargan. Una noche, después de terminar sus quehaceres, Lucy regresa a la habitación, decidida a enfrentarse a la sombra. Su corazón late con fuerza mientras entra, el aire cargado de tensión. Esta vez, la sombra no está en la esquina, sino que se para ante ella, una figura envuelta en oscuridad, sus rasgos indistintos pero su presencia innegable. Se extiende hacia ella y Lucy colapsa al suelo, abrumada por el miedo. Lucy es encontrada inconsciente por las otras sirvientas y llevada a su cuarto para recuperarse. Cuando despierta, está delirante, murmurando incoherencias sobre la sombra en la esquina, sobre su toque frío y sus palabras susurradas. La señora Skegg, preocupada por la condición de Lucy, comienza a temer que pueda haber algo de verdad en las afirmaciones de la joven, a pesar de su escepticismo. Impulsada por una mezcla de culpa y curiosidad, la señora Skegg decide investigar la habitación por sí misma. Al entrar, siente la misma atmósfera opresiva que describió Lucy, aunque empuja la sensación de lado. Sin embargo, al acercarse a la esquina, un escalofrío recorre su espalda. La sombra está allí, débil pero inconfundible. Por primera vez, la señora Skegg se permite creer que algo de otro mundo puede estar actuando en la Casa Roja. Comienza a recordar antiguas historias sobre los antiguos ocupantes de la casa, relatos de locura y muertes misteriosas. Una historia en particular destaca: la historia de un hombre que desapareció después de encerrarse en la misma habitación que Lucy había estado limpiando. La señora Skegg investiga más a fondo, hurgando en los polvorientos archivos de la casa y descubriendo cartas, diarios y viejas fotografías. Aprende que la habitación pertenecía a un hombre llamado el Sr. Venner, un recluso que había desaparecido en circunstancias extrañas. Se decía que el Sr. Venner estaba obsesionado con la idea de contactar a los muertos, realizando sesiones espiritistas y adentrándose en lo oculto. En uno de los diarios, la señora Skegg encuentra una entrada escalofriante de la noche en que el Sr. Venner desapareció: "La sombra está creciendo. Me habla ahora, me llama desde la esquina. Esta noche, la confrontaré." Armada con este nuevo conocimiento, la señora Skegg enfrenta a Lucy, que se ha debilitado, su salud deteriorándose mientras la sombra continúa atormentándola. La ama de llaves exige que Lucy le cuente todo sobre la sombra, esperando encontrar alguna manera de desterrarla. Entre lágrimas, Lucy confiesa que la sombra no es simplemente un fantasma, sino algo más oscuro: una entidad, una fuerza que se alimenta del miedo y la desesperación. Ha estado creciendo, manifestándose más plenamente cada día, y ahora busca consumirla por completo. La señora Skegg se da cuenta de que la sombra una vez reclamó al Sr. Venner, y ahora busca hacer lo mismo con Lucy. Desesperada por salvar a la joven, busca ayuda de un sacerdote local, quien realiza una bendición en la habitación en un intento de disipar la presencia maligna. Pero la sombra permanece, inmóvil ante los esfuerzos del sacerdote. Como último recurso, la señora Skegg cierra la habitación con llave, esperando contener la sombra dentro de sus paredes, pero es demasiado tarde. La sombra se ha fortalecido demasiado, su influencia se extiende por toda la casa. Las otras sirvientas comienzan a sentir su presencia, y la mansión, antes vibrante, cae en decadencia, sus habitaciones oscurecidas por una fuerza invisible. En los últimos días de la historia, la sombra se vuelve más audaz, ya no contenta con ocultarse en la esquina. Deambula libremente por la casa, su oscuridad asfixiando el aire. Lucy, debilitada por su influencia, se convierte en una sombra de sí misma, con ojos hundidos y piel pálida. La señora Skegg, ahora plenamente consciente del poder de la sombra, hace un último intento por salvar a Lucy. Entra nuevamente en la habitación, armada con agua bendita y una cruz, decidida a desterrar la sombra de una vez por todas. Al acercarse a la esquina, la sombra se eleva ante ella, una figura imponente de oscuridad. Le habla con una voz que es tanto antigua como malévola, una voz que la hiela hasta los huesos. "No puedes detenerme," dice. "He esperado durante siglos, alimentándome de tu miedo, tu desesperación. Eres mía." La señora Skegg arroja el agua bendita a la sombra, pero solo se ríe, su forma cambia y se vuelve más grande. Desesperada, levanta la cruz, pero la sombra la envuelve, tragándola en su oscuridad. Por un momento, todo está en silencio y luego la señora Skegg desaparece, desvanecida en el abismo de la sombra. Lucy, mirando desde la puerta, grita mientras la sombra dirige su mirada hacia ella. Pero antes de que pueda reclamarla, una luz brillante llena la habitación. El sacerdote, habiendo sentido que algo estaba mal, regresa con un grupo de aldeanos, sus oraciones y cantos colectivos empujando la sombra de regreso a la esquina. Al final, la habitación queda sellada y la casa es abandonada, dejada a pudrirse a merced de la sombra. Pero incluso con el paso de los años, los aldeanos susurran sobre la sombra en la esquina, esperando su próxima víctima. La historia de *La Sombra en la Esquina* termina con una nota inquietante, con la sombra permaneciendo para siempre en la habitación olvidada, esperando reclamar otra alma. Sirve como un recordatorio escalofriante de las fuerzas invisibles que habitan en los rincones más oscuros de nuestro mundo, alimentándose del miedo y la desesperación, y esperando el momento en que la luz se desvanezca y las sombras reinen.La Habitación Misteriosa
El Primer Encuentro
El Desasosiego Crece
La Revelación Terrificante
Confrontando la Sombra
El Último Asalto
Conclusión