Formal: Un estilo formal se caracteriza por un tono serio, lenguaje preciso y el cumplimiento de normas gramaticales, empleado en trabajos académicos, documentos legales y comunicaciones empresariales, resultando menos personal y más objetivo.
Informal: Un estilo informal es relajado y conversacional, utilizando contracciones, jerga y coloquialismos para crear intimidad y conexión con el lector, frecuente en ensayos personales, correos y redes sociales.